Protagoniza la publicidad del Grupo Newsan junto a la judoca «Peque» Pareto y al nadador Federico Grabich. Actuar es un decir; hablan como atletas y recuerdan en cada caso, momentos de sus carreras. Acá te mostramos la publi y aquellos momentos que recuerda el «colo» Mastromarino en el spot. El Oscar se va a Mar del Plata!
El colo de siempre (por Lucho Runner)
El colo Mastromarino sigue siendo, no muy en el fondo, ese pibe tímido y sencillo, que le escapa a la estridencia. Pero su repentina fama, no buscada, incluso lo llevó a ser parte de la tapa de los personajes de año en Revista Gente (2014) y lo expuso a algo que nunca se hubiera imaginado. Cámaras, micrófonos, entrevistas, que de repente, se hicieron eco de sus días de atleta (y no porque él buscara eso, precisamente).
Lejos del tartán, de Sierra de los Padres, de sus silencios tímidos, los medios especializados y no, cada vez nos interesamos más por su persona, además de su lado de deportista. El colo tuvo que aprender eso que, tal vez, le resultó más difícil que adaptarse a las grandes distancias; lidiar con nosotros, los medios. Y lo lleva muy bien.
Lo merece. Un atleta merece el reconocimiento, merece ser mostrado como un modelo de sacrificio, de entrega y de pasión.
De reciente aparición, una campaña publicitaria del Grupo Newsan, lo muestra tal como es. «Actúa», pero de él mismo. Del «colo» que todos conocemos. Simplemente cuenta parte de su historia: «correr es mi vida, aunque un día, casi bajo los brazos. Casi». Nos remite a esa vez en que se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Londres tan solo por unos segundos.
Recuerda luego la anécdota de la maratón de Buenos Aires 2014, cuando le ganó a los keniatas y le devolvió el primer puesto a un argentino después de 10 años: «en la etapa final del maratón de Buenos Aires, logré pasar a los atletas favoritos, los organizadores me confundieron con un intruso, me gritaron que saliera. Les costó entender que un argentino estaba compitiendo a esa escala».
El colo por el colo. No deja de ser él mismo. Y que los ídolos más allá del fútbol sean reconocidos, que aparezcan en una revista, en una publicidad, en un programa de TV o radio, hace que su imagen crezca hasta un punto de la idolatría para muchos. Y eso, aunque ellos no se den cuenta o la cuestión los incomode un poco, puede generar que algún día un nene deje de querer ser «como Messi» (que ya tenemos muchos) y diga; «quiero ser como el colo». Ese día nacerá otro sueño, que tal vez, también sea olímpico algún día.
Gracias colo. Seguí siendo vos, como siempre.
La publicidad de Newsan
El día en que al colo, lo confundieron con un intruso. En este primer momento, Mastromarino supera al keniata que iba en punta:
El momento en que quisieron sacarlo de la carrera porque pensaron que era un intruso
«En la etapa final del maratón de Buenos Aires, logré pasar a los atletas favoritos, los organizadores me confundieron con un intruso, me gritaron que saliera. Les costó entender que un argentino estaba compitiendo a esa escala».
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