Había sido suspendida provisionalmente en julio, pero las contrapruebas hicieron que la suspensión sea firme. La Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) confirmó una suspensión de tres años para la plusmarquista mundial de maratón por el uso de un diurético enmascarante. El organismo sospecha que también habría utilizado testosterona y esteroides, aunque sigue investigando. La keniata tambipen había gtanado los 21K de la ciudad de Buenos Aires en 2024.
Ruth Chepngetich, la mujer más rápida de la historia en maratón y la única en bajar las 2 horas y 10 minutos (2h09:56 en Chicago 2024), fue sancionada con tres años de suspensión tras dar positivo por hidroclorotiazida (HCTZ), un diurético prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por su capacidad de ocultar otras sustancias.
A pesar de la sanción, la atleta keniana podría competir nuevamente en 2028, lo que abriría la puerta a su participación en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles si es convocada por su país.
Un positivo que destapó sospechas mayores
La AIU detalló que el positivo se produjo el 14 de marzo de 2025, durante un control fuera de competición, apenas cinco días después de que Chepngetich finalizara segunda en la Media Maratón de Lisboa. El análisis reveló 3.800 nanogramos por litro de HCTZ en su orina, frente al límite permitido de 20, lo que descartó cualquier contaminación accidental.
Una muestra previa, del 28 de febrero, ya había mostrado trazas mínimas (12 ng/L), dentro de los valores legales.
Inicialmente, la atleta declaró desconocer cómo la sustancia había ingresado a su organismo. Luego explicó que habría tomado una pastilla que le ofreció su empleada doméstica tras sentirse mal el 12 de marzo, sin saber que contenía el compuesto prohibido. La AIU, sin embargo, consideró esa explicación “imprudente e intencional”, ya que no justificaba la presencia previa de HCTZ en su organismo.
El hallazgo en su teléfono: más sombras sobre su caso
La investigación dio un giro cuando, en abril, la Unidad de Integridad del Atletismo obtuvo el teléfono móvil de Chepngetich. En él hallaron capturas de WhatsApp con imágenes de frascos de testosterona inyectable, del esteroide Anavar (oxandrolona) y mensajes de 2022, 2023 y 2025 relacionados con supuestos “programas”, que los investigadores sospechan podrían aludir a programas de dopaje.
La atleta no pudo ofrecer explicaciones convincentes, asegurando que las imágenes se guardaron de forma accidental y que nunca solicitó ni utilizó dichos productos.
Aunque no se hallaron pruebas concluyentes para sancionarla por estas sustancias, la AIU confirmó que mantiene abierta la investigación.
“El caso del positivo por HCTZ ha sido resuelto, pero seguiremos investigando el material recuperado del móvil para determinar si hubo otras violaciones antidopaje”, señaló el jefe de la AIU, Brett Clothier.
Una carrera bajo la lupa
A sus 31 años, Chepngetich acumula una trayectoria brillante: campeona mundial de maratón en Doha 2019 y triple ganadora en Chicago (2021, 2022 y 2024).
Sin embargo, el organismo antidopaje llevaba tiempo observándola: solo en 2024 fue sometida a 15 controles fuera de competición y cuatro en carrera, cifra que aumentó tras su récord mundial.
En 2025 no llegó a competir. Su participación en el Maratón de Londres, prevista para abril, fue cancelada tras admitir que no se encontraba en condiciones físicas ni mentales. Poco después, se hizo público el resultado positivo que terminó con su suspensión.
Por qué la sanción es de tres años
La AIU explicó que la sanción combina dos años por la sustancia específica (HCTZ) y un año adicional por negligencia grave, al consumir un medicamento sin verificar su composición.
Inicialmente se propuso una sanción de cuatro años, reducida a tres porque la atleta admitió la infracción en menos de 20 días (el 10 de septiembre de 2025), lo que evitó una apelación posterior.
La suspensión se hará efectiva desde el 19 de abril de 2025, por lo que Chepngetich podrá volver a competir desde la última semana de abril de 2028. Dado que la pérdida de resultados se aplica desde el 14 de marzo y no ha corrido desde entonces, conservará su récord mundial de 2h09:56, com oasí también el triunfo en lso 21K de la ciudad de Buenos Aires, que corrió en agosto.
Futuro incierto
La AIU continúa analizando el material obtenido de su teléfono, y si demuestra el uso de otras sustancias como testosterona u oxandrolona, la sanción podría ampliarse, poniendo fin a su carrera deportiva.
Por ahora, Chepngetich mantiene su estatus de plusmarquista mundial y la posibilidad de volver a las grandes citas en 2028, aunque su reputación —y la credibilidad del atletismo de fondo— quedan en entredicho.
