Durante años Ryan Hall se destacó por su físico de fondista, bien delgado y liviano. Meses después de dejar el alto rendimiento, el estadounidense ya no tiene la figura que lo caracterizó.

A comienzos de este año anunció su retiro del alto rendimiento. Aprovechando que ya no tiene compromisos con la alta competencia, el maratonista se dedica a entrenar de una manera diferente. Actualmente hace trabajo de pesas seis veces por semana y aumentó unos 15 kilos de masa muscular.
Este es su nuevo aspecto

«Toda la vida fui pequeño y delgado. Quería saber qué se siente ser grande y fuerte» dijo Hall. Su alimentación, basado en hidratos de carbono, cambió radicalmente: ahora consume unos 50 gramos de proteínas cada tres horas. Está irreconocible, pero muy seguro de lo que hace. Cambió su cuerpo, pero no la convicción con la que se toma sus objetivos.

FUENTE: Runner’s World
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