La pregunta es clara y directa: los corredores… ¿tienen, debido a correr, un mayor rendimiento sexual?. Acá empieza el viaje.

Correr es una actividad deportiva (una obviedad útil para lo que diré a continuación).
La actividad deportiva está directamente asociada a la plenitud física.
Y la plenitud física muchas veces se asocia a la plenitud sexual.
Entonces, el que corre… es plenamente y potencialmente una maquinita sexual?
Desde lo físico
Correr hace que con el tiempo, a veces con MUY poco tiempo, nos veamos en mejor forma y nos sintamos mas saludables.
Kilitos de menos, peso acorde, mayor agilidad, mayor resistencia física.
Si bien esto no nos convierte de manera directa y/o indefectible en “Tarzanes sexuales”, en “trombas endiabladas de pasión” ni en “Atletas olímpicos del amor horizontal”, sí seguramente nos brindará una mayor seguridad en nosotros mismos, confianza y autocontrol.
Eso, sumado a que correr es una actividad plenamente socializadora, las chances de conocer gente nueva y “gauchita” o de sentirnos mejor con las parejas respectivas, sea mucho mayor.
He conocido a personas NO CORREDORAS que tienen la presunción de que ser maratonistas o corredores, hace a los hombres y las mujeres una especie de ser con “supercapacidades sexuales”… las frases típicas aunque adaptadas para poder ser elegantemente publicadas aquí:
– “Corre 10 kms?… ¿sin parar?… pero entonces no salgo con vida de su cama!…es una vida viuda negra deportista!”
En el caso de toparse con gente así siendo uno un corredor, recomiendo humildemente que…
Si en tu caso es real la teoría del “corredor semental”, actuar con absoluta modestia previa y a lo sumo, ratificarlo con los hechos.
Si no fuera tu caso, mejor no dar demasiado detalle de entrenamientos para no causar falsas expectativas.
Y lo mejor de ser corredor, es que en el caso de un inoportuno calambre, en vez de revolcarse humillantemente por el suelo al grito de “Oh Dios, calambre!, calambre!!”, llevando la líbido del momento a grados bajo cero, uno tiene la fortaleza mental de detener el asunto con total hidalguía, pisar rápido el piso frío (a lo sumo morder el corcho que se esconde debajo de la almohada) y al minuto seguir adelante con tan elogiable faena.
El corredor sabe además (o debería saberlo) que en caso de calambres reiterados, debería acudir a un suplemento de magnesio o incrementar el consumo de bananas antes de que la dama o el caballero que nos acompaña (depende el caso) opte por buscar “compañía” sin tanto trámite interrumpido.
Las contras y las buenas excusas del corredor
Pero no todo es color de rosa en la vida sexual del corredor o corredora.Las estadísticas del “Fornication and Garching Institute” de Minessotta, indican que el sábado, principalmente a la noche, es el momento de mayor actividad sexual en el planeta (de ahí tantos sismos en esa franja horaia)…
Pero… es justo la noche previa a la mayoría de las carrears y maratones en el mundo!
Carreras y entrenamientos de fin de semana han sido una de las principales causas del “esta noche no”, con los consabidos conflictos conyugales con reproches del tipo:
O en el peor de los casos; “Ok, quiero el divorcio… me busco a alguien que juegue al ajedrez”.
Eso sí; saliendo de “desgracia?” tan extrema, pero en el caso de un día difícil… una ventaja del corredor es que tiene muchas buenas excusas para reemplazar al ya remanido “Me duele al cabeza”.
– “Hoy no; estoy bajo de glucosa”
– “Si no me infarté en un 42 Km, menos me voy a infartar con esta rubia loca”
Como en una carrera, al momento decisivo del cariño, hay que tenerse fé, hay que pensar que se puede llegar a la meta.
Gran finale
Damas y caballeros…. por ahora estas reflexiones sin sustento científico ni pretensiones.
No soy médico ni sexólogo, ni nada similar que me otorgue autoridad del orden académico… pero que corro, CORRO!
Los dejo ahora pensar tranquilos… eso sí, por favor vuelvan a ponerse la ropa!
Y ya saben… A CORRER QUE SE ACABA EL MUNDO!!!
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