Desde hace unos pocos años se vive un «boom» de participación en carreras de calle, en distancias que van desde cinco kilómetros hasta maratón. Correr se ha convertido en una actividad que ha tocado muchas facetas de nuestra vida social.
Desde nutrición hasta medicina deportiva, desde dispositivos electrónicos hasta ropa de moda para correr, desde calzado especializado hasta redes sociales, sin olvidar el turismo deportivo que ha llevado a miles a correr maratones fuera del país.
Todo esto, aunado a la esperanza de alcanzar una buena salud, hace que cada día más gente se anime a ponerse zapatillas y salir a correr.
Esta actividad representa «quemar» un promedio de 80 calorías por kilómetro corrido, lo que varía en cada caso dependiendo del peso o de lo rápido que corras.
No está de más recordar que, para bajar un kilo de peso -de grasa corporal-, hace falta quemar 2.700 calorías.
De acuerdo con el médico texano Kenneth Cooper, el creador del concepto de «Aerobics», una persona que trote cinco veces por semana durante 30 minutos cada vez estará haciendo el ejercicio suficiente para tener una buena salud. No hace falta más, a no ser que te intereses en correr largas distancias.
«Cuando cruzas la meta de un maratón, sin importar en cuánto tiempo lo hagas, tu vida habrá cambiado para siempre», asevera el corredor estadounidense Dick Beardsley en el documental «El Espíritu del Maratón», en una sentencia que podría parecer una especie de evangelio para corredores.
La verdad es que lo que dice Beardsley tiene una trascendencia mayor a la que aparenta a primera vista, que va más allá de lo meramente físico o lo deportivo.
Abraham Maslow, psicólogo estadounidense, definió la «necesidad del ser» como la necesidad más elevada del ser humano, la que lo separa del resto de los seres de la Creación: La necesidad de saberse capaz y competente, que es la base de la autoestima y de una actitud positiva.
Hay muchas opciones para satisfacer este tipo de necesidad en la vida diaria, como son los casos de retos profesionales o los de tipo social.
Pero hay cierto tipo de retos, como correr un maratón, que tienen un lugar aparte, sobre todo cuando se enfrenta por el puro interés de probarse y demostrarse a sí mismo de lo que se es capaz, sin que a cambio de eso haya más que la satisfacción de lograrlo. Y quizá una medalla de finalista como testimonio.
Empezar a correr y luego disputar tu primer 5K puede ser un logro tan gratificante en su momento, como luego será completar tu primer 10K. Después de eso vendrá correr un medio maratón, aunque ciertamente correr un maratón se mide aparte.
El maratón requiere tiempo y dedicación y no es para todos. No todo mundo puede correrlo, como también es cierto que cada nueva distancia que se conquista genera satisfacciones del mismo tipo para el corredor.
Las razones para empezar a correr pueden ser muchas, y cada una de ellas tendrá una importancia diferente para cada persona. Pero lo que es seguro es que será la puerta de entrada a un nuevo estilo de vida sin duda más saludable.
Comenta primero!