
- «Siempre lo tengo presente como un recuerdo de volver a nacer, no con la parte más fea del incidente».
- «Esto ocurrió en Septiembre del 2010, en el cerro Champaquí, en la primera ultramaratón que se realizaba allí».
- «Yo cometí muchos errores de navegación y tomé decisiones malas, fruto del cansancio, de la inexperiencia, de querer terminar».
- «Era una noche sin luna, nunca vi la luz química y sigo derecho. Y ya no había sendero sino malezas. Lo que tendría que haber hecho era retroceder».
- «Yo después con el tiempo digo ‘por qué tomé decisiones tan tontas’ y a veces pasa que nos bloqueamos, dejamos de ver la realidad y empezamos a inventar una realidad que no existe con tal de terminar».
- «Mientras me preguntaba qué hacer, veo un arroyito. y ahí pienso ‘todos los arroyos llevan a un pueblo’… pero este no».
- «Lo siguiente que recuerdo es una caída enorme hasta algo sólido que detiene la caída».
- «Cuando salió el sol me di cuenta que estaba en una especie de peñasco de 30cm de ancho por 2mts de largo y un precipicio de 100mts».
- «Yo sabía que hasta después del mediodía no iban a saber que yo faltaba y ya me mentalizaba a pasar otra noche ahí».
- «Me obligaba a hidratarme. Hambre no tenía, pero me obligaba a comer para no debilitarme».
- «Yo tenía la rutina de tocar el silbato, gritar auxilio».
- «La mayor angustia mía era que mi familia no sabía que estaba ahí. Y yo no tenía manera de transmitirles que estaba bien».
- «Cuando caigo, mi cabeza, cuando se da cuenta que no tengo luz y estoy atrapado; lo primero que pienso es ‘yo no debería estar acá, debería haber doblado’ y empecé tanta presión en la cabeza que me aparecieron las palabras de una profesora: El momento presente es inevitable».
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Algunas textuales que vas a escuchar en esta nota:
- «El segundo día amaneció nublado. No, nublado, yo estaba adentro de la nube; estiraba el brazo y casi no me veía la punta de los días».
- «A las 4 de la tarde, comencé a gritar más fuerte ‘sacame! sacame!’ y a las 5 de la tarde estaba todo claro».
- «Y a lo lejos veo dos figuras, que al principio creía que eran alucinaciones pero me di cuenta que eran reales porque no se transformaban en otra cosa».
- «Eran dos vaqueanos de una estancia que los mandó el dueño porque había visto jotes, que son como buitres».
- «Mira, no te preocupes, si yo me tengo que quedar toda la noche acá con vos, yo me quedo, yo no me voy de acá hasta que te saquen; me dijo Gabi( uno de los vaqueanos)».
- «A la hora me sacaron los rescatistas».
- «Ellos no se quedaron ni para el festejo ni para la foto; ellos se aseguraron que yo estaba bien y se fueron».
- «Vuelvo todos los años. Para mi es una alegría correrla».
- «Lo que aprendí, o aprendo todos los días, es el valor de cada minuto: cada minuto cuenta, cada emoción que tenés cuenta y agradecer todo lo que te suceda en el día».
- «Y otra cosa que aprendí es que nunca estás solo: sentirse solo es un estado confuso de la mente».
Parte 2 de la nota: Versión en video
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